En Buenos Aires, la Confederación General del Trabajo, las dos Centrales de Trabajadores de Argentina y otras organizaciones sindicales convocaron a una multitudinaria movilización desde el barrio de Liniers hasta la Plaza de Mayo en protesta contra la creciente desocupación y reclamar empleos y mayores salarios. Gremios realizaron marchas similares por todo el país.

Los canales C5N y Crónica mostraron estadísticas alarmantes durante el día en sus respectivas coberturas de la jornada religiosa que se convirtió en una reivindicación social.
Recordaron que desde diciembre 2023, cuando asumió Milei la presidencia, se perdieron 500 mil puestos de trabajos. Solo en el sector estatal hubo 54 mil despidos.
En homilía abierta por San Cayetano, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, pidió hoy «salir del chiquero de las descalificaciones y del odio” y habló de “reconciliación entre los argentinos” para lograr “una sociedad más humana”.
Igualmente, llamó la atención cuando aprovechó para criticar al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por las últimas medidas tomadas respecto a quienes revuelven la basura y ensucian la vía pública.

«No podemos desentendernos de los que revuelven los tachos de basura buscando algo para comer, que no lo hacen porque les gusta, lo hacen por necesidad», convocó el clérigo este jueves.
«Somos custodios y guardianes de la vida de los demás, de los más pobres, de los más débiles, de los ancianos que siguen esperando una jubilación digna, somos custodios de los discapacitados y todos los enfermos», dijo el arzobispo durante el acto central de la Marcha de San Cayetano, en el Santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers.
Las críticas del líder de la Iglesia de Buenos Aires tienen lugar cuatro días después de que Milei firmó los vetos que establecen aumentos en las jubilaciones, la declaración de emergencia en discapacidad, la violenta represión policial contra la marcha de los jubilados y familiares de discapacitados el martes y miércoles.
Y en referencia a la demanda de los jubilados de mayores y justos haberes, el arzobispo planteó: «Los ancianos siguen esperando».
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