Representantes de sindicatos y otras entidades locales a las que pertenecieron, compañeros y amigos de ambos activistas en los dos países, y funcionarios de la Embajada Cubana en esta capital reconocieron los méritos singulares de la pareja de combatientes.

“No había un minuto en que no estuviera trabajando para la revolución”, coincidieron algunos oradores respecto a Gamboa, condecorado con la Medalla de la Amistad de Cuba (2022) y fallecido el 25 de mayo, algún tiempo después que su esposa, el 20 de enero de 2024.

Los mensajes de apoyo de ambos países a “Jorge y Mara” como los conocían, incluyeron el enviado desde La Habana a esta capital por la Presidencia del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), el cual los considera “dos seres entrañables que dedicaron su vida a la solidaridad con Cuba y a otros procesos políticos de vanguardia”.

La declaración cubana exalta en particular la historia de Gamboa, en pro de la hermandad de ambos pueblos, como coordinador del Comité Costarricense de Solidaridad con la nación antillana, y su impulso a brigadas y grupos solidarios favorables a la Revolución.

El mensaje del ICAP destaca al luchador tico como revolucionario incansable y defensor de la clase trabajadora, elogia “su papel clave en la denuncia de la injusticia contra ‘Los Cinco’ (Héroes Prisioneros del Imperio)”, y recuerda que “la voz clara y valiente de Gamboa se alzó siempre en defensa de la verdad, y su liderazgo fue inspiración para muchos”.

“Pero el luchador tico –reconoce el ICAP- no caminó solo. Siempre se ha dicho que detrás de un gran hombre, por lo general, hay una gran mujer, y esa fue su compañera de vida y de lucha, Mara Valverde, su compañera de vida y de ideales, quien estuvo siempre a su lado, y cuya presencia en la lucha solidaria fue constante y firme”.

Las intervenciones en el acto de homenaje a los dos distinguidos costarricenses comprendieron el agradecimiento en nombre de su familia presente en el acto, a cargo del hijo del matrimonio, Andrés Gamboa, y las palabras de otra allegada iddeológica y sentimental, Magda Solis, quien destacó de ambos “su modestia, compasión y dignidad”.

El embajador cubano Eric Valdés relató que solo pudo intercambiar con Gamboa durante 45 minutos de su últimos días de vida, antes de fallecer el 25 de mayo, “y me sobraron 44,5 para conocerlo”, en alusión al carisma simbólico, firmeza ideológica e intensidad intelectual del combatiente costarricense.

Por su parte, el joven político y músico Roberto Zelaya, quien interpretó en el acto canciones de energía combativa, elogió las luchas del matrimonio Gamboa-Valverde por apoyar «no solo a las revoluciones en general, como la Cubana, sino también a la revolución que necesitamos en Costa Rica”.

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