En Türkiye el número de guardias forestales fallecidos en la lucha contra los siniestros desde mediados de julio aumentó a 16, al morir en un hospital un bombero herido la víspera en un accidente, informó la agencia Anadolu.
El fuego tuvo lugar en la provincia de Osmaniye (sur), donde un bombero murió y otros cinco resultaron heridos al volcar un camión cisterna que se dirigía a un incendio hoy bajo control.
En la zona se declaró otro foco a solo una decena de kilómetros más al norte, en la misma provincia, donde ahora 200 bomberos, apoyados por 20 camiones cisterna y cuatro helicópteros luchan contra las llamas.
Mucho más severo es el incendio de Silifke, que desde la víspera afecta a la región mediterránea de Mersin, donde más de 300 efectivos con un centenar de vehículos, diez helicópteros y un avión cisterna, trabajan sin descanso para contener el frente. Allí el destrozo incluye al menos 10 hectáreas de frutales, y 50 mil árboles.
Mientras en Grecia las autoridades anunciaron que mañana viernes el riesgo de incendio será muy alto en ocho regiones, en tanto siguen activos incendios en Acaya (norte del Peloponeso).
En la isla de Chios, en el mar Egeo, se logró controlar todos los focos pero aún existen puntos donde las llamas se reavivan, según la emisora ERT News.
La situación está también bajo control en Zacinto, una isla del mar Jónico, y en Preveza, en el noroeste.
En esos cuatro frentes las llamas arrasaron 10 mil hectáreas en lo que va de semana, según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales.
El ministro de Crisis Climática y Protección Civil, Yiannis Kefalogiannis, atribuyó la difícil situación que vive el país a la sequedad en el ambiente desde hace una semana, las altas temperaturas y los vientos de nivel 9 en la escala de Beaufort.
En Albania, unas 49 mil hectáreas, (el 1,7 por ciento de la superficie del país) arde desde el pasado julio y los equipos antiincendios combaten contra los focos que siguen activos, especialmente en el sur y el centro del país.
Dos personas murieron y la emisora A2 CNN calcula que el daño económico supera los 300 millones de euros.
El primer ministro, el socialista Edi Rama, informó que unas 270 viviendas quedaron dañadas o destruidas y prometió ayudas a las familias que perdieron su hogar; mientras el titular de agricultura informó que el fuego destruyó 747 colmenas y que más de 100 ovejas, cabras y vacas murieron quemadas.
Por otra parte en Macedonia del Norte se detectaron otros 18 focos desde la víspera, de los cuales cuatro permanecen activos. El más preocupante es el de la reserva de caza Jasen, a unos 20 kilómetros al sur de Skopje.
En lo que va del verano, el fuego quemó unas 50 mil hectáreas de terrenos mixtos, un dos por ciento de la superficie del país, según datos oficiales.
La situación es similar en Montenegro y Rumanía, donde las autoridades emitieron una alerta amarilla por calor con una previsión de máximas de 37 grados este jueves y mañana viernes.
En el delta del Danubio, cerca de la frontera con Ucrania, los bomberos llevan ya más de 10 días de labor activa, pero las altas temperaturas, la sequía prolongada y el difícil acceso de los vehículos de emergencia dificultan los trabajos.
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