Durante declaraciones al canal Informer TV, el mandatario afirmó que quisieron incendiar el edificio con 300 personas dentro.

Esto demuestra que solo buscan violencia, no paz, sostuvo.

El ministro del Interior Ivica Dacic informó que 42 agentes policiales resultaron heridos y se realizaron 37 detenciones durante los disturbios, considerados los más graves en años.

Según reportes oficiales, los manifestantes emplearon piedras, barras metálicas y artefactos pirotécnicos contra las fuerzas de seguridad, especialmente en Novi Sad donde atacaron a unidades especiales Cobra.

Las protestas, que dañaron cinco vehículos policiales y 22 equipos, también dejaron más de 80 civiles heridos, principalmente simpatizantes del gobernante Partido Progresista Serbio (SNS).

Analistas señalan que la violencia escaló tras semanas de tensiones por reformas gubernamentales y acusaciones de fraude electoral por parte de la oposición.

Las sedes del SNS y del Partido Socialista en varias ciudades fueron vandalizadas, en lo que autoridades califican como ataques coordinados.

Expertos en seguridad advierten que estos incidentes podrían intensificar la polarización política en Serbia, en vísperas de nuevas elecciones municipales.

Por su parte, el gobierno prometió investigar los hechos mientras organizaciones internacionales llaman a contener la violencia y buscar soluciones dialogadas.

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