Durante un discurso televisado, el líder del movimiento político y militar criticó la decisión del gabinete de encargar al ejército elaborar un plan operativo sobre la exclusión de las armas en manos del Estado antes de fin de año.

Qassem consideró que tal paso del Consejo de Ministros despoja al país de su armamento defensivo durante una agresión y facilita el asesinato de los combatientes de la Resistencia y de sus familias.

En este sentido, advirtió al gobierno de exponer al país a una crisis muy grave y lo responsabilizó plenamente de cualquier conflicto interno y de abandonar su deber de defender el territorio libanés.

La máxima autoridad de Hizbulah sostuvo que la Resistencia no quiere la discordia sectaria, «pero hay quienes trabajan para provocarla”.

Al mismo tiempo, señaló que el gobierno libanés está sirviendo al proyecto israelí-estadounidense de poner fin a la Resistencia, aunque ello conduzca a una guerra civil y a un conflicto interno.

En un mensaje a las autoridades, el jefe de Hizbulah subrayó: “Si se sienten incapaces, dejen al enemigo frente a nosotros, y así como fracasaron las guerras repetidas de Israel, fracasará esta vez también”.

A propósito, reclamó no involucrar al ejército en la discordia interna, pues su historial es intachable y su mando no quiere entrar en ese camino.

“No hay vida para Líbano si están en el bando contrario”, manifestó, al convocar a construir con dignidad juntos el país.

En esta misma línea, consideró que la función del gobierno no es entregar la nación al enemigo israelí ni al avasallamiento estadounidense.

¿Cómo aceptan en el gobierno facilitar el asesinato de sus socios en la patria? ¿Seguirá existiendo Líbano si algunos socios nacionales agreden a otros?”, cuestionó.

En palabras de Qassem, la Resistencia no entregará sus armas mientras la agresión continúe, pues obtuvo su legitimidad de la sangre de los mártires.

Al respecto, renovó la postura de Hizbulah de detener la agresión y expulsar a Israel de Líbano como paso fundamental para la discusión sobre una estrategia defensiva de seguridad nacional.

“No se puede hablar de soberanía libanesa si no va acompañada de la Resistencia que liberó la tierra”, resaltó.

En este punto, recordó que “la Resistencia ayudó al Estado a asumir el control en el sur del país.

La referencia de Hizbulah rememoró la victoria en julio de 2006, el triunfo de la voluntad y la Resistencia, y la derrota para Israel que le impidió la ocupación y la colonización.

Qassem aseguró que esta victoria constituyó un factor de disuasión para la entidad sionista durante 17 años.

En su intervención, agredeció el respaldo de Irán al frente de Resistencia y reafirmó que Palestina seguirá siendo la brújula, y el genocidio no doblegará a su pueblo.

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