De acuerdo con la prensa, que cita un informe del Banco Central (BCH) de la nación centroamericana, esa variación acumulada del índice mensual de actividad económica (IMAE) está alineada con el parámetro de crecimiento económico establecido en la revisión del Programa Monetario 2024-2025.
El IMAE es un indicador que mide los principales sectores de la actividad económica de un país y es utilizado para la toma de decisiones de inversión.
La expansión del Producto Interno Bruto (PIB) hasta junio responde al fortalecimiento de la demanda interna, especialmente del consumo -apoyado por mayores ingresos de los hogares y un flujo sostenido de remesas-, así como a la demanda externa de productos agroindustriales.
Entre los sectores con mayor aporte al PIB sobresalen intermediación financiera, telecomunicaciones, agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, transporte y almacenamiento, industria manufacturera y comercio, detalló el emisor estatal hondureño.
Según el BCH, la intermediación financiera se benefició del aumento en ingresos por intereses de préstamos con recursos propios y créditos con fondos gubernamentales para apoyar a sectores productivos.
El sector de telecomunicaciones mostró crecimiento por la modernización de redes, servicios en la nube y la expansión de la conectividad digital.
En el ámbito agroindustrial, la producción de café, granos básicos y caña de azúcar impulsó la actividad agrícola, acompañada del desempeño de la ganadería y la acuicultura.
La economía de Honduras creció 3,9 por ciento en 2024, a pesar de los complejos entornos globales, como la creciente incertidumbre, la disminución de la demanda externa y las condiciones climáticas adversas.
Se espera que el país centroamericano mantenga en 2025 un crecimiento entre el 3,5 y el 4,5 por ciento, con una inflación proyectada entre el 4,0 y el 5,0 por ciento, de acuerdo con el Programa Monetario.
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