En un discurso vehemente ante la población lugareña, la mandataria dijo que los tratados que fijaron los límites entre ambos países no dejan lugar a dudas y “nada ni nadie podrá cambiar aquello que se firmó hace más de cien años”.
Se refirió así tácitamente a la posición oficial colombiana, según la cual, los cambios en el curso del río Amazonas, que marca la frontera bilateral, dan lugar a alteraciones como la aparición de islas que deben ser asignados a uno de los dos países, por acuerdo mutuo.
“La soberanía del Perú no está en discusión, Santa Rosa es y seguirá siendo peruana. ¡Esto es así! y así está escrito y firmado en los tratados” de límites que, dijo, tienen “carácter perpetuo e inamovible”.
La mandataria señaló de otro lado que Perú es una nación amante de la paz y la concordia y no busca otras cosa, lo cual estuvo dirigido a las poblaciones fronerizas que han vivido siempre en armonía e integración.
“Hermanos de Leticia, y de todo Colombia, queremos continuar viviendo en paz y trabajando conjuntamente para nuestro desarrollo, en especial en esta zona de frontera”, expresó.
Dijo además que “lamentablemente desde hace unos días se viene lanzando y realizando acciones inaceptables que afectan la hermandad que une a nuestras dos naciones y a sus poblaciones de frontera”.
La jefa de Estado reconoció que el Estado ha tenido abandonada a Santa Rosa y otras poblaciones fronterizas, lo que cambiará en primer lugar con obras de desarrollo, dotación de Internet, aumento de la frecuencia semanal del transporte fluvial entre el citado distrito e Iquitos, capital de la región de Loreto, la mayor de la Amazonía peruana, entre otras mejoras.
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