La anterior cifra incluye a los muertos, tanto civiles como militares, desde el inicio de los sangrientos sucesos registrados el 13 de julio hasta el anuncio del alto el fuego el 20 del mismo mes, indicó un informe actualizado del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (Osdh).

Según la organización, entre las víctimas figuran 452 personas ejecutadas en el terreno, incluidos niños, mujeres y personal médico, lo que refleja la magnitud de las violaciones cometidas en tan solo una semana de escalada.

En su desglose, el Osdh precisó que entre los fallecidos se cuentan 725 residentes de Sweida, en su mayoría son ciudadanos de la comunidad drusa, de los cuales 167 eran civiles, entre ellos 21 menores de edad y 57 mujeres.

Asimismo, documentó la muerte de 477 miembros del Ministerio de Defensa y de Seguridad Pública. A ello se suman 15 efectivos caídos como consecuencia de bombardeos israelíes, además de tres personas —incluida una mujer— muertas en un ataque aéreo contra instalaciones del Ministerio de Defensa.

El balance incluye también a dos profesionales de los medios de comunicación y 20 trabajadores sanitarios del Hospital Nacional de Sweida, ejecutados por militares y efectivos de seguridad.

El Observatorio subrayó que la mayoría de las ejecuciones se produjeron contra ciudadanos drusos, entre ellos 43 mujeres, 14 niños y un anciano.

Igualmente denunció que tres integrantes de la tribu beduina, incluida una mujer y un niño, fueron asesinados en circunstancias similares por milicianos drusos.

La organización con sede en Londres advirtió que la cifra de muertos podría aumentar debido a la gravedad de las heridas de decenas de personas, y reiteró su llamado a la comunidad internacional a actuar frente a las crecientes violaciones contra la población civil en la región sureña de Siria.

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