Solo en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa se registraron 390 muertes en la actual temporada de lluvias, lo que pone de relieve la desproporcionada vulnerabilidad de ese territorio a las precipitaciones estacionales y los peligros relacionados, según un reporte del diario local The Nation.
Las operaciones de rescate y socorro se encuentran en plena marcha en las zonas afectadas mientras la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA) ha advertido de la probabilidad de un aumento previsto de la intensidad de las precipitaciones en las próximas semanas.
Informes recopilados remarcaron, además, que 671 personas resultaron heridas, dos mil 300 casas quedaron completamente destruidas y 413 de manera parcial por incidentes asociados a las inclemencias del tiempo.
También se notificó que seis escuelas quedaron sumergidas, y cuatro mil 54 cabezas de ganado fueron arrastradas por las aguas.
Actualmente, funcionarios de la NDMA entregan alimentos, tiendas de campaña, botiquines médicos y otros artículos esenciales en las comunidades afectadas por las recientes inundaciones provocadas por el monzón.
Las fuerzas armadas analizan la instalación de nuevos campamentos para el refugio de comunidades desplazadas y organizaciones no gubernamentales enviaron suministros, camiones cisterna, voluntarios para ayudar en las operaciones de rescate.
De igual modo, la Media Luna Roja de Pakistán ha desplegado ambulancias, distribuido alimentos y tiendas de campaña, y establecido campamentos médicos para brindar tratamiento.
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