Las autoridades de la Secretaría de Salud (Sesal) de la nación centroamericana informaron este martes sobre un leve incremento en los contagios, al contabilizar siete más que los reportados siete días atrás, todos en el Distrito Central (Tegucigalpa y Comayagüela).

La presencia del gusano barrenador del ganado en el país solo había sido detectada en animales hasta enero pasado.

El primer caso de la enfermedad en humanos en Honduras fue confirmado el 6 de febrero último y afectó a un hombre de 80 años de la localidad de Catacamas, en el oriental departamento de Olancho.

Desde la declaración de emergencia, se registraron dos mil 496 contagios en animales, principalmente en ganado bovino, cifras que, según el Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria (Senasa), se mantienen moderadas en comparación con otras naciones latinoamericanas.

El director del Senasa, Emilio Aguilar, dijo a periodistas la semana pasada que la mayoría de las incidencias se concentran en localidades cercanas a la frontera con Nicaragua.

Aguilar explicó que Honduras, declarada libre de gusano barrenador en 1996, suspendió la liberación de moscas estériles, una estrategia de contención para controlar la plaga, debido a que Panamá está destinando toda su producción a México.

Recordó que la planta panameña es actualmente la única capaz de generar moscas estériles en la región, por lo que Tegucigalpa enfrenta dificultades para implementar esta estrategia de control mientras no se reanude el suministro.

La miasis cutánea por gusano barrenador es provocada por las larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax, que deposita sus huevos en heridas abiertas o lesiones de animales de sangre caliente, incluido los seres humanos.

Horas después de que el insecto deposita la larva, nacen los gusanos que se alimentan del tejido vivo.

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