De acuerdo con las declaraciones del ministro de Minas y Energía, Edwin Palma, la cifra es 15 veces superior a la capacidad instalada de la que disponía el país en 2018.

Con la entrada de más de tres gigavatios de energías limpias al Sistema Interconectado Nacional, los usuarios se benefician con un servicio más estable, menos vulnerable a interrupciones gracias a una matriz energética más diversa y menos dependiente del agua en épocas de sequía y con una reducción de costos, planteó el funcionario.

“La transformación energética es un camino donde comunidades, empresas y gobierno nacional promueven un acceso más equitativo a la energía, en el que tener el servicio deja de ser un privilegio y se convierte en derecho”, apuntó.

Durante los últimos cuatro meses se impulsaron asimismo en Colombia medidas concretas para acelerar la ejecución de proyectos.

Una de ellas fue la presentación de un borrador de decreto para licencias ambientales solares, que recortará en 70 por ciento los tiempos de aprobación para plantas de 10 a 100 megavatios (MW).

En tanto, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales aprobó un 57 por ciento más en permisos para proyectos renovables respecto a administraciones anteriores.

La Comisión de Regulación de Energía y Gas, por su parte, avanza en la reasignación de puntos de conexión.

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