Convocado por la Asociación de Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA), el paro ya se hace sentir en los aeropuertos de todo el país con la cancelación de vuelos y reprogramación de otros dispuestos por las compañías aéreas, señalaron dirigentes del gremio.
La medida de fuerza laboral responde al fracaso de las negociaciones salariales con la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), y marca el inicio de un plan de acción escalonado que se desplegará a lo largo de los próximos días de agosto.
El Gobierno Nacional rechazó las acciones convocadas por ATEPSA, aduciendo que “afectan un servicio esencial garantizado por ley y las operaciones del sistema aeronáutico”, según señalaron esta mañana fuentes de EANA.
El gremio, no obstante, insistió en el paro y adelantó un esquema de cinco jornadas de paros laborales que se aplicarán en distintos tramos horarios. Aparte de la acción este viernes. Los controladores aéreos se cruzarán de brazo el domingo, el martes, jueves y sábado próximos.
En otro ámbito, reporteros gráficos marcharon al Ministerio de Seguridad contra las sucesivas represiones que sufren al hacer su trabajo. Realizaron una manifestación de protesta en silencio que obligó a la ministra Patricia Bullrich a modificar su agenda.
Apoyados por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires, los fotorreporteros denunciaron que la violencia que padecen forma parte de la decisión política de un gobierno nacional que ve en la libertad de prensa una amenaza.
A pesar de los sucesivos actos de violencia y represión estatal, por parte de las Fuerzas de Seguridad al mando de Bullrich como Gendarmería Nacional, Prefectura Naval Argentina, Policía de Seguridad Aeroportuaria, Policía Federal y Policía de la Ciudad, los fotoperiodistas, camarógrafos y trabajadores de prensa en general no han dejado de realizar su trabajo.
Pablo Grillo, un fotógrafo, fue impactado en la cabeza por una granada de gas lacrimógeno que le provocó heridas graves, y luego de varias cirugías, continúa hoy un lento proceso de recuperación.
Otros profesionales de la prensa han sido reprimidos a empujones, bastonazos, gaseados y detenidos como parte de la decisión política de un gobierno que ve en la libertad de prensa una amenaza. “Un ataque que no cesa”, recalca una nota del diario Tiempo Argentino.
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