Durante la visita oficial del líder surcoreano a esta capital, los gobernantes intercambiaron criterios y convinieron en establecer un marco de consulta para encontrar soluciones a problemas sociales y económicos comunes, como la disminución de las tasas de natalidad y las medidas antidesastre.
Ambos países celebran en 2025 el 60 aniversario de la normalización de relaciones diplomáticas y, por primera vez en 17 años, emitieron un comunicado de prensa conjunto en torno a los resultados de la cumbre entre sus dignatarios.
“Sobre las bases establecidas desde la normalización de nuestros vínculos en 1965 y la tendencia actual favorable para ambas naciones, acordamos desarrollar nuestras relaciones de manera estable y significativa”, añadió el primer ministro nipón.
Ishiba ratificó a la prensa acreditada su deseo de que las relaciones entre Japón y Corea del Sur se fortalezcan y profundicen, con gobiernos y pueblos unidos y avanzando juntos hacia un futuro mejor.
Según reportes de la prensa local, Lee arribó la víspera a Tokio e Ishiba y su esposa Yoshiko organizaron una cena para él y la primera dama Kim Hea-Kyung, en la residencia oficial del primer ministro.
Tras el diálogo de alto nivel, Lee enfatizó que Corea del Sur y Japón son países vecinos y socios inseparables que deben cooperar estrechamente por la paz y la prosperidad.
En la reunión, los líderes discutieron la posibilidad de impulsar los lazos económicos y los intercambios entre pueblos.
Las partes acordaron permitir que sus respectivos ciudadanos obtengan visas de trabajo y vacaciones más de una vez.
El jefe de Estado surcoreano visita Japón por primera vez desde que asumió el máximo cargo del Ejecutivo en Seúl, en junio anterior.
Al hablar de Ishiba, Lee lo calificó de “amigo cercano” y a Japón como “el socio más adecuado” para abordar asuntos urgentes.
De aquí, el dignatario surcoreano partirá este domingo hacia Estados Unidos, país donde planea reunirse con el presidente Donald Trump.
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