Los temas, principalmente las energías renovables, centraron una reunión entre el ministro de Energía yibutiano, responsable de los recursos naturales, Yonis Ali Guedi, y el encargado de Negocios de la embajada marroquí aquí, Mohamed Mdarhri.
Ambas partes discutieron además sobre el proyecto solar concentrado (CSP), una tecnología innovadora promovida por la Agencia Marroquí de Energía Sostenible que se espera sea desplegado en este país de África Oriental.
La iniciativa, subrayó el rotativo, forma parte del deseo compartido de desarrollar soluciones energéticas sostenibles capaces de satisfacer las crecientes necesidades de la población, respetando al mismo tiempo los compromisos climáticos.
Otros temas abordados durante el encuentro fueron las perspectivas de colaboración directa entre la Empresa de Electricidad de Djibouti y la Oficina Nacional de Electricidad y Agua Potable de Marruecos.
Esta cooperación técnica tiene por objetivo fomentar el intercambio de conocimientos especializados, optimizar la gestión de los recursos y fortalecer las capacidades locales en la esfera de la energía limpia.
Guedi destacó los lazos multifacéticos de amistad y cooperación entre ambos países, haciendo hincapié en el carácter estratégico de una asociación que se expande año tras año a varios sectores de desarrollo socioeconómico sostenible.
Expresó su deseo de que esa cooperación se traduzca en logros concretos y beneficiosos para los dos pueblos.
Por su parte, Mdarhri agradeció la cálida bienvenida y reafirmó el deseo de Rabat de impulsar la colaboración energética con Djibouti.
Destacó la importancia del CSP, considerado un pilar de la asociación en curso, y se comprometió a apoyar su éxito junto con las autoridades locales. A su juicio, el despliegue de ese proyecto podría ser un modelo para la cooperación Sur-Sur en el campo de la energía.
Los dos países comparten la misma ambición de reducir su dependencia de los combustibles fósiles e invertir en soluciones limpias y sostenibles.
Esta cooperación también forma parte de una visión africana común, en la que los Estados promueven los recursos naturales y sus conocimientos para hacer frente al desafío de la seguridad energética y climática, concluyó la publicación.
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