Fue un reconocimiento de una larga carrera de servicios a Uruguay y en organismos internacionales que mereció la presencia en la ceremonia del presidente Yamandú Orsi.
Iglesias fue secretario técnico de la Comisión de Inversiones y Desarrollo Económico (1960-1967), primer presidente del Banco Central del Uruguay (1967-1968), secretario ejecutivo de la CEPAL (1972-1985), ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay (1985-1988) en el retorno a la democracia.
También presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (1988-2005) y primer secretario general Iberoamericano (2005-2014).
Estuvieron también presentes la vicepresidenta de la República, Carolina Cosse, el expresidente Julio María Sanguinetti, las exvicepresidentas Beatriz Argimón y Lucía Topolansky, entre otras autoridades, así como el cardenal Daniel Sturla.
«Todo lo que el Uruguay haga va a resultar poco para todo lo que ha hecho él por Uruguay», dijo Orsi al finalizar la ceremonia.
En su discurso de aceptación Enrique Iglesias refirió “los fascinantes desafíos de transmisión científica y tecnológica, que abren a la sociedad moderna posibilidades insospechadas en el pasado».
Además, mencionó la «profunda confrontación entre la racionalidad económica y las realidades sociales».
«La racionalidad económica es la que puede conducir la mano invisible del mercado, solo puede ser aceptable éticamente si es acompañada por la mano claramente visible de la justicia y la solidaridad, dentro de la sociedad y entre pueblos y naciones», añadió y resaltó el valor de lo colectivo.
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