Los datos de este viernes por tanto ensombrecen las perspectivas del consumo en el tercer trimestre.
Las ventas minoristas cayeron 1,5 por ciento respecto al mes anterior, mientras que los analistas consultados habían previsto un descenso del 0,4 por ciento.
Vistesen agregó que dichas comercializaciones germanas se ralentizaron de forma constante este año, tras el fuerte crecimiento registrado a finales del año pasado.
La economía alemana se contrajo 0,3 por ciento en el segundo trimestre, lo que reduce aún más las expectativas de una recuperación sostenida.
Aunque no cabe duda de que la demanda exterior está bajo presión debido a los aranceles estadounidenses, aún quedaba cierta esperanza de que los consumidores privados impulsen un aumento de la demanda.
Esta opinión del economista jefe del Hamburg Commercial Bank, Cyrus de la Rubia, se sumó al criterio de que los salarios están subiendo de nuevo y la inflación es baja, por lo que debería haber margen para aumentar el gasto.
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