Grandi, quien concluyó su visita a la nación africana, insistió en la necesidad de contribuir a que los refugiados y los desplazados internos puedan optar por regresar a casa de forma segura y reconstruir sus vidas.
La víspera, el comisionado confirmó la repatriación de más de 650 refugiados ruandeses de la provincia congoleña de Kivu Norte a su país de origen, durante una visita a Kimoka, una aldea situada a unos 30 kilómetros de Goma, cerca de Sake.
“Si hay ruandeses que viven en la RDC y dicen ‘queremos volver a casa’, es su decisión. Pueden pedirnos información; les ayudaremos”, declaró Grandi a Radio Okapi, y afirmó que 533 personas fueron repatriadas hace unos días, seguidas de otras 125 en una segunda ronda.
Aseguró que la Acnur dio seguimiento a quienes llegaron a Ruanda, los cuales ya se marcharon a sus comunidades, y mencionó el marco tripartito entre la RDC, Ruanda y la Acnur, que permite organizar estos retornos voluntarios con todas las garantías necesarias.
Elogió los esfuerzos para la paz y los acuerdos de Washington, entre Kinshasa y Kigali; y la Declaración de Principios de Doha, entre el Gobierno congoleño y los rebeldes de la Alianza del Río Congo-Movimiento 23 de Marzo (AFC/M23).
No obstante, consideró que su verdadero valor se medirá con acciones concretas que brinden seguridad duradera, estabilidad e inversión en las comunidades, para que el retorno de los refugiados no solo sea posible, sino también sostenible.
Durante su visita a la RDC, Grandi se reunió con el presidente, Félix Tshisekedi, con quien abordó el apoyo de Acnur al retorno seguro y digno de refugiados y desplazados internos.
Igualmente hizo un llamamiento a la comunidad internacional para demostrar una mayor solidaridad, poner fin al ciclo de violencia y permitir que las comunidades reconstruyan sus vidas.
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