En un hecho paralelo, tres menores resultaron gravemente heridos al detonar otro artefacto en la localidad de Al-Madmar, en Palmira, al este de la provincia de Homs.
Las autoridades sirias recordaron que amplias áreas del país permanecen contaminadas con minas y restos explosivos de guerra, lo que constituye un grave obstáculo para el regreso a la vida normal y para los esfuerzos de recuperación agrícola y civil.
El ministro de Emergencias y Gestión de Desastres, Raed Al-Saleh, informó que se creó un Centro Nacional de Acción contra Minas en coordinación con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), con el fin de unificar la supervisión y planificación de las operaciones de remoción.
Mientras tanto, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) reportó que entre enero y junio de este año murieron en Siria 390 civiles, incluidos más de un centenar de niños, debido a la explosión de municiones sin detonar.
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