Al intervenir en las audiencias públicas sobre el proyecto de ley de control de productos de tabaco y sistemas electrónicos de entrega, bajo debate desde 2022, los expertos recordaron que un estudio universitario en ocho provincias reveló que casi el 17 por ciento de estudiantes de secundaria usa estos dispositivos; en grados superiores, la cifra se aproxima al 30 por ciento.
El vapeo, recuerdan, consiste en inhalar vapor con nicotina a través de dispositivos electrónicos diseñados para fumar, cuya práctica ha aumentado drásticamente en los centros educativos, superando el consumo tradicional de tabaco.
Al respecto, el profesor Richard van Zyl-Smith, del Instituto de Inmunidad e Infecciones Pulmonares de la Universidad de Ciudad del Cabo, señaló que el uso masivo de vapeadores en jóvenes es inédito en Sudáfrica y conlleva significativas afectaciones a la salud, entre ellas daño cognitivo, adicción y detrimentos pulmonares.
Explicó que el impacto de la nicotina afecta el desarrollo cerebral, la concentración y la memoria, con el riesgo añadido de que los alumnos puedan migrar al consumo de cigarrillos convencionales.
El proyecto legislativo que evalúa el Parlamento sudafricano propone prohibir la exhibición de productos de tabaco en lugares de venta, imponer empaques sin elementos promocionales y eliminar las máquinas expendedoras, con el objetivo de frenar el suministro a menores de edad y proteger la salud pública.
Especialistas también alertan sobre la vinculación del vapeo con problemas de ansiedad y estrés entre estudiantes, quienes recurren a estas sustancias como mecanismo paliativo, lo que puede potenciar su dependencia y agravar conflictos mentales.
El debate en las instancias oficiales refleja la urgencia de políticas públicas efectivas que contengan el avance del vapeo juvenil y garanticen ambientes escolares saludables, fortaleciendo campañas preventivas y controles más rigurosos en el comercio de estos productos.
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