Según aseguraron el Ministerio de Finanzas y el Banco de la Reserva Sudafricana (SARB) en un comunicado conjunto, el trabajo de revisión de la meta inflacionaria, hoy fijada en un rango del tres al seis por ciento, se encuentra en su fase final.

Ambos ministerios destacaron que todo ajuste futuro a este marco macroeconómico se sustentará en un análisis técnico riguroso y evidencias concretas, siguiendo la práctica habitual.

Investigaciones y consultas recientes han identificado desafíos específicos vinculados a una banda objetivo amplia, así como los costos a largo plazo para la economía y el refuerzo de la desigualdad que provoca una inflación relativamente alta.

Tras la desaceleración de la inflación posterior a la pandemia, el Tesoro Nacional y el SARB analizaron el valor de reducir la inflación para alinearla con los niveles de las principales naciones socias comerciales del país.

El Comité Permanente de Macroeconomía (MSC) de ambas entidades fue el encargado de realizar el trabajo técnico adicional para evaluar la conveniencia del objetivo de inflación vigente.

Próximamente, el MSC presentará sus recomendaciones finales al ministro de Finanzas y al gobernador del SARB, quienes deberán acordar cualquier cambio potencial en la banda meta. El anuncio formal lo hará el titular de Finanzas.

Según se recuerda en el comunicado, la política monetaria de Sudáfrica ha sido efectiva, de manera que las expectativas de inflación ya han comenzado a desplazarse a la baja, en sintonía con los resultados económicos más favorables.

Si bien el marco macroeconómico nacional actual se considera sólido y flexible, se reconoce que algunos ajustes podrían optimizar su eficacia frente a nuevos riesgos globales inevitables.

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