La circulación de documentos adulterados sigue aumentando, y los mismos son creados por estafadores.
Estos tienen la calidad que permiten cobrar transferencias de dinero, realizar transacciones bancarias e incluso podrían utilizarse para votar en las próximas elecciones de noviembre venidero.
Según la radio local basada en una investigación del sitio digital Ayibopost, la Tarjeta Única de Identificación Nacional (UNIC), introducida fue en 2017, y está equipada con un chip electrónico que puede ser leído por dispositivos especializados.
Empero el dilema comienza cuando la mayoría de las instituciones haitianas no cuentan con la tecnología necesaria para verificar su autenticidad, de ahí que sean aceptadas las confeccionadas con el material conocido como PVC, impresas con tinta y fabricadas con software de edición de imágenes.
No son pocos los ciudadanos que se quejan después de descubrir que su número de identificación fue utilizado sin su conocimiento.
A solo dos meses de unas eventuales elecciones presidenciales esta situación constituye un problema real, pues muchas muertes no se registran en Haití, dejando los nombres de los fallecidos en las listas electorales.
Pudiera pasar –en opinión de la fuente- que voten vivos con tarjetas de personas muertas y generar votaciones masivas exacerbando así la fragilidad de un sistema electoral ya marcado en el pasado por la impugnación.
Lo cierto es que la seguridad con datos biométricos como huellas dactilares e iris, sigue infrautilizados, y esto provoca un descontrol aprovechado por los falsificadores para cometer sus ilegalidades.
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