Tras el suceso Montenegro compareció ante los medios junto al alcalde de Lisboa, Carlos Moedas, para dar un mensaje común de condolencias ante lo que el primer ministro describió como “una de las mayores tragedias humanas” de la historia reciente en Portugal, aún por aclarar” y en ese contexto prometió depurar responsabilidades.
La Fiscalía abrió una investigación, pero el alcalde emplazó en esta comparecencia sin preguntas a la empresa gestora del elevador, Carris, a que también facilite una auditoría externa e independiente.
La empresa confirmó que entre los fallecidos figura el guardafrenos del funicular, identificado como André Marques y que llevaba trabajando 15 años para la compañía.
Montenegro, por su parte, resaltó que está también en contacto con otros gobiernos, dado que entre las víctimas hay ciudadanos extranjeros.
Entre los heridos hay personas de alrededor de una decena de nacionalidades, entre ellos dos españoles, tal como confirmó el Ministerio de Exteriores la víspera.
Este trágico accidente traspasa fronteras, recalcó el primer ministro, agradecido por los mensajes de solidaridad que han expresado en las últimas horas jefes de Estado y de Gobierno de otros países, así como de instituciones vinculadas a la Unión Europea.
El Ejecutivo central decretó este jueves como día de luto en todo el país, mientras que, en el ámbito municipal, Lisboa permanecerá en igual condición hasta el sábado.
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