A su criterio, esta cualidad ha hecho de la región sinónimo de paz, estabilidad y dinamismo con logros arraigados en una cultura de consenso, comunicación abierta y solidaridad.
Malasia preside este año el bloque regional al que también pertenecen Indonesia, Singapur, Tailandia, Filipinas, Vietnam, Laos, Camboya, Brunei, Myanmar y pronto se unirá Timor-Leste, cuya admisión está prevista para finales de 2025, según ratificó Anwar.
“Esta tradición de cooperación ha permitido a la Asean gestionar tensiones, prevenir conflictos y fomentar la prosperidad en una de las regiones más diversas del mundo”, afirmó el mandatario en un comentario publicado en la web de opinión mundial Project Syndicate.
Al decir del estadista, el espíritu de solidaridad de la Asean se puso a prueba recientemente cuando Malasia, como actual presidente de la organización, convocó a los líderes de Camboya y Tailandia luego de violentos enfrentamientos a lo largo de su frontera.
Mediante una mediación basada en principios y la participación constructiva, las partes lograron un alto el fuego inmediato.
Anwar manifestó preocupación por la intensificación de las rivalidades entre las grandes potencias, el aumento de la competencia geoeconómica y la erosión de la confianza en el multilateralismo.
En un entorno así, la centralidad de la Asean no es meramente una aspiración diplomática: es una necesidad existencial, afirmó.
Con una población de 660 millones de personas, Anwar valoró a la Asean como uno de los mercados más dinámicos del mundo.
Sin embargo, para alcanzar su máximo potencial, la región debe cerrar las brechas de desarrollo y establecer vínculos más sólidos y equitativos entre los Estados miembros, opinó.
De acuerdo con el dignatario, la 47 Cumbre de la Asean, que tendrá lugar aquí en octubre, impulsará los esfuerzos para desmantelar las barreras arancelarias y no arancelarias, al tiempo que renovará el compromiso de la región con el comercio inclusivo y sostenible.
“A medida que aumenta el proteccionismo y las guerras arancelarias amenazan el crecimiento global, la Asean debe trazar un camino diferente y generar resiliencia a través de la apertura y la reforma”, razonó.
“La Asociación Económica Integral Regional (RCEP), el mayor acuerdo comercial de la historia, es la base de nuestra arquitectura económica regional, y su implementación efectiva resulta vital para garantizar oportunidades tangibles a nuestra gente y conseguir una prosperidad sostenida para nuestras economías”, añadió.
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