Las Fuerzas Armadas israelíes (FDI) demolieron el viernes el edificio Mushtaha, de 12 pisos, y ayer el Sousi, de 15, como parte de una escalada que busca reocupar la urbe y expulsar a los palestinos hacia el sur.
Los ataques contra edificios de gran altura en Gaza representan una amenaza directa al sector de las telecomunicaciones e Internet, ya que las empresas locales instalan sus equipos técnicos vitales en sus techos, afirmó el Monitor.
La organización no gubernamental acusó al vecino país de “profundizar su política de aniquilación urbana y obligar a la población al desplazamiento forzado” hacia el sur del territorio.
El apagón de las comunicaciones pretende imponer un aislamiento total a los civiles y supone un obstáculo peligroso para el trabajo del personal médico y de socorro, subrayó.
A principios de agosto, el gabinete de seguridad israelí aprobó un plan presentado por el primer ministro Benjamín Netanyahu para reocupar el enclave costero en varias fases, la primera de las cuales comenzará con la ciudad de Gaza y zonas aledañas, pese al rechazo internacional a la maniobra.
Para tal fin, las Fuerzas Armadas comenzaron a llamar a filas a unos 60 mil reservistas que participarán en la operación, que incluirá hasta cinco divisiones.
La pasada semana, la Defensa Civil del territorio afirmó que las FDI destruyeron más del 85 por ciento de las viviendas y la infraestructura en los vecindarios de Shuja’iyya y Tuffah, y el 70 por ciento en Zeitoun, Sabra, Jabalia, Nazla y Balad.
También hay muchos daños en las ciudades vecinas de Beit Hanoun y Beit Lahia, apuntó.
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