En declaraciones a Emisoras Unidas, la funcionaria detalló que en este país observan la malnutrición en sus dos vertientes: uno de cada dos niños y niñas tienen retraso de crecimiento, así como desnutrición crónica infantil.
Refirió que los reportes indican que tres de cada 10 escolares adolescentes en el mundo tienen sobrepeso y obesidad, la cual es un problema que tiene tipos de cáncer y guarda relación con la elección de los alimentos.
Este territorio centroamericano –acotó la especialista- no se abstrae de lo que está pasando a nivel global, mientras mencionó las elaboraciones ultra procesadas, que están desplazando a las naturales.
Recomendó la implementación de políticas integrales de cumplimiento obligatorio que permitan mejorar los entornos alimentarios de la infancia.
En este sentido refirió etiquetados frontales, aparte de restricciones en lo que es la comercialización de determinados productos.
Ejemplificó que México incrementó recientemente aún más el impuesto a las bebidas azucaradas, que sobresale como otra de las medidas sugeridas.
Silva consideró necesario promover cambios sociales y de comportamiento, empoderar a las familias y a las comunidades, así que escojan alimentos naturales.
También, prohibir el suministro a la venta de alimentos ultra procesados, impedir la publicidad y el patrocinio de este tipo en las escuelas, entre otras.
La jefa de Nutrición del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Guatemala insistió en que aquí existe la doble vertiente de la malnutrición, que no se ve solamente a nivel del hogar, sino además a nivel de comunidad y país.
El sobrepeso y la obesidad tienen consecuencias negativas para la salud y para el desarrollo de la infancia, y exponen la resistencia a la insulina, hipertensión arterial, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares e igualmente determinados para ciertos tipos de cáncer, de acuerdo con expertos.
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