La cifra, equivalente al 28,9 por ciento del Producto Interno Bruto, busca proteger la inversión social con el objetivo de optimizar recursos para programas que reduzcan las desigualdades, según expuso el Ministerio de Hacienda.
Esa cartera ministerial alegó asimismo que el monto constituye el número requerido para atender las inflexibilidades del gasto, como el pago de la deuda.
El presupuesto está desfinanciado en 26,3 billones de pesos, aproximadamente seis mil 600 millones de dólares.
Por ese motivo, el ministro de Hacienda, Germán Ávila, radicó también en el Congreso un proyecto de reforma tributaria que establecería nuevos gravámenes. Entre estos se hallan un impuesto del 19 por ciento para los operadores de las apuestas en línea, así como impuestos al consumo a los servicios culturales y deportivos, a la venta de hidrocarburos y carbón y al consumo de cerveza y tabaco.
Plantea además una revisión a los beneficios aplicados a los bienes y servicios demandados mayoritariamente por las personas con ingresos más altos.
Ávila aseguró que no habría incrementos para ningún alimento de la canasta familiar.
Según el cronograma establecido, la fecha tope para fijar el monto del presupuesto es el 15 de septiembre.
Antes del 25 del mes en curso los legisladores deben darle luz verde en primer debate y desde 1 de octubre la iniciativa se debatiría en las plenarias de la Cámara y el Senado.
El Congreso de Colombia debe aprobar el proyecto de presupuesto antes del 21 de octubre.
Si el legislativo no emitiera criterio al respecto antes de esa fecha, el poder ejecutivo podría entonces autorizarlo vía decreto, de acuerdo los postulados de la Constitución de Colombia.
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