Será la segunda ocasión en menos de una década que el coliseo del Atlético de Madrid acoja el partido decisivo del torneo de clubes más prestigioso de Europa, tras la final de 2019 entre Liverpool y Tottenham.
La elección se sustentó en la condición de estadio cinco estrellas, la modernidad de sus instalaciones y la experiencia organizativa de la capital española, que ya albergó cinco finales de la Copa de Europa, cuatro de ellas en el Santiago Bernabéu.
Con esta decisión, la UEFA reconoce la proyección internacional del Metropolitano y otorga a Madrid una nueva oportunidad de situarse en el centro del panorama futbolístico continental, con el consiguiente impacto económico y mediático para la ciudad.
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