Luego de un largo proceso judicial que representó un momento relevante en la historia del país sudamericano, por mayoría de tres votos a uno, el panel de cinco magistrados del máximo órgano judicial encontró a Bolsonaro culpable de varios delitos.

Entre los crímenes que motivaron la condena se citan tentativa de golpe de Estado, abolición violenta de instituciones del estado, organización criminal, daño al patrimonio público y deterioro de bienes protegidos .

Los jueces Alexandre de Moraes (relator del caso) y Flávio Dino emitieron sus votos condenatorios el martes, a los que se sumó este jueves la magistrada Cármen Lúcia Antunes Rocha, cuyo voto resultó decisivo para alcanzar la mayoría necesaria.

El juez Luiz Fux votó el miércoles a favor de la absolución, mientras que Cristiano Zanin aún debe emitir su voto, aunque ya no afectará el resultado final.

La acusación sostenía que Bolsonaro lideró «una organización criminal estructurada para impedir que el resultado de la voluntad popular expresado en las elecciones de 2022 fuese cumplido» .

Según el descargo de la fiscalía, la conspiración comenzó en 2021, cuando Bolsonaro y su entorno comenzaron a cuestionar la seguridad de las urnas electrónicas y difundieron la idea de un fraude electoral.

Entre las pruebas presentadas está un documento que contemplaba el asesinato del presidente Lula da Silva, el vicepresidente Geraldo Alckmin y el juez Alexandre de Moraes mediante envenenamiento o explosivos.

Durante el proceso se presentaron testigos clave, como el del teniente coronel Mauro Cid (exsecretario personal de Bolsonaro que colaboró con la justicia), quien detalló reuniones en las que se planificó anular los resultados electorales y reclutar a mandos militares para apoyar el golpe .

El presidente de Estados Unidos Donald Trump calificó el juicio como una «cacería de brujas» e impuso aranceles del 50 por ciento sobre productos brasileños, restricciones de visados y sanciones financieras contra funcionarios involucrados en el proceso.

El gobierno de Lula por su parte, defendió la independencia judicial brasileña y afirmó que «el primer paso para proteger la libertad de expresión es justamente defender la democracia y respetar la voluntad popular expresada en las urnas» .

Bolsonaro enfrenta una pena máxima de 40 años de prisión, y se espera que la sentencia concreta se defina este viernes.

El expresidente ya estaba inhabilitado para ejercer cargos públicos hasta 2030 por una condena previa por abuso de poder en 2023 .

La defensa puede apelar la decisión ante el pleno de 11 miembros del Supremo Tribunal Federal, que revisaría aspectos específicos del fallo pero no volvería a juzgar todo el caso.

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