De hecho, abre también un nuevo frente de conflicto, además del creado con las universidades públicas y el hospital Garrahan, al que el mandatario también les frenó las legislaciones de financiamiento y recomposición salarial de sus trabajadores profesionales, administrativos y auxiliares.
El ejecutivo vetó por completo la norma que buscaba automatizar la distribución a las provincias de los fondos que les corresponden de lo recaudado por el Tesoro de la Nación y de los impuestos a los combustibles. La iniciativa fue propuesta por los gobernadores, de ahí que se desata otro frente de conflicto.
Los gobernantes provinciales esperaban la promulgación de esta normativa para asegurar fondos y reducir la discrecionalidad en su asignación, a fin de evitar desequilibrios financieros y situaciones de emergencia en sus comarcas y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La ley estipula que los recursos de los ATN serían redistribuidos «en forma diaria y automática» y en las mismas condiciones que la coparticipación federal. Igualmente, considera los porcentajes reconocidos a la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El ejecutivo alega que el veto busca preservar la capacidad del Ejecutivo de asignar estos fondos de manera discrecional, rechazando la automatización y la integración a la masa coparticipable.
Diputados de la oposición analizan desde hoy concretar una sesión el próximo miércoles para derogar estos vetos del presidente Milei a las leyes de Emergencia del hospital pediátrico Garrahan, los aumentos de recursos para las universidades y ahora a la distribución automática de los ATN.
Así, el Congreso se encamina a dejar firme leyes en un abierto desafío al ejecutivo.
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