“En un continente donde el populismo y los neoconservadurismos crecen con discursos de odio, negacionismo y deslegitimación de las urnas, esta victoria democrática tiene, sin duda, proyección continental”, señala el comentario editorial.
Subraya también que Bolsonaro no ha sido condenado por sus ideas, como algunos sostienen, sino por intentar -mediante acciones violentas- abolir el Estado de derecho y desconocer la voluntad popular que eligió presidente a Luiz Inacio Lula de Silva.
Según La República, América Latina “enfrenta el ascenso de liderazgos neoconservadores que buscan legitimarse en la polarización, a partir del ataque a las minorías y la desconfianza hacia las instituciones electorales”.
Tras considerar precedente aleccionador la condena de la justicia brasileña a Bolsonaro, apunta que solo en los últimos años,la región ha sido escenario de intentos de escamotear los resultados de las urnas y cita el caso de Perú, donde la neoliberal Keiko Fujimori alegó falsamente un fraude para anular la victoria de Pedro Castillo.
“Que Brasil haya puesto un límite judicial a esa deriva es un mensaje inequívoco para la región: la democracia se protege votando, pero también defendiendo con firmeza la validez de los resultados”, agrega la fuente.
oda/mrs





