Organizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores bajo el lema Ruta Diplomática: Afianzando la Diplomacia de los Pueblos por la Vida en el Bicentenario, el festival contó con la participación de 16 embajadas con estands que propiciaron degustaciones gastronómicas y de coctelería.
La gala incluyó presentaciones músico-danzarias de nueve países, exposiciones de trajes típicos y muestras de artesanía.
“La cultura es la memoria de nuestros pueblos, la conciencia colectiva y la expresión de nuestro modo de pensar y de vivir”, aseguró Sosa en la apertura de la jornada, que atrajo a cientos de paceños y a turistas de paso por la capital política del Estado Plurinacional.
Consideró que el Parque de las Culturas y la Madre Tierra es el mejor escenario para realizar este tipo de encuentros y compartir la historia, las tradiciones y la cultura de pueblos de América Latina y el Caribe, Europa y Asia.
“Todo eso se expresa en los bailes, la música, la gastronomía de 16 naciones que representan a diversos continentes del mundo”, sostuvo la titular.
Consideró que esa experiencia novedosa tiene gran significado especial por ser el año del bicentenario de la independencia de Bolivia, y no existe nada que haga más libre a los pueblos que la cultura y sus tradiciones.
“Desconocer estos elementos de la identidad para cualquier persona, significa vivir como un árbol sin raíces”, sostuvo.
Enfatizó en que la paz se consolida a partir del respeto, la aceptación de la diversidad y la tolerancia entre los seres humanos.
Indicó que la presencia de 16 países en este evento es una muestra de sólidos lazos de amistad y cooperación entre todos estos pueblos, con importancia para un futuro inclusivo y solidario.
“Unidos en nuestra diversidad con nuestra cultura -concluyó Sosa-, este espacio es también una oportunidad de impulsar el turismo, así como afirmar el compromiso con el desarrollo para el bienestar de nuestros pueblos”.
Muy activo se vio el estand de Cuba, al que muchos visitantes concurrieron para degustar el famoso mojito y recibir información sobre su oferta turística.
Fueron muy solicitadas también en el área de Venezuela las arepas típicas y más de un visitante se fotografió con las máscaras de los Diablos de Yare, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Otro atractivo resultó el café colombiano en el área correspondiente a ese país.
Los visitantes disfrutaron de un espectáculo musical danzario de más de tres horas que incluyó propuestas de Brasil, Paraguay; Venezuela, México; Rusia, Japón, China e India.
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