De 25 años, Morales solo cometió un foul en su segundo intento y logró el referido lanzamiento en el tercer turno, para acceder al podio de medallas con marca personal y aportar el primer premio de la delegación cubana en la cita de World Atlhetics.
La gran favorita, la estadounidense Valarie Allman dominó la prueba con 69.48 metros, seguida por la nerlandesa Jorinde Van Klinken con 67.50.
Una jornada antes, Morales clasificó a la final con 65.80 y regaló a la isla su octava presea en el lanzamiento del disco para mujeres, tras dos títulos, tres metales de plata y dos de bronce.
Con su segunda participación mundialista luego del onceno puesto en Budapest 2023, Silinda Morales mantuvo en Tokio la presencia de las discóbolas cubanas en la final por décima ocasión consecutiva desde la justa de Osaka 2007.
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