«La Unión Europea (UE) prepara un maidán serbio, y según la información disponible, los disturbios son en gran medida producto de la actividad subversiva de la UE y los estados que integran ese bloque», consignó el SVR en un comunicado dado a conocer a la prensa.
El objetivo de la cúpula liberal europea, advirtió, es poner en el poder en este país balcánico a «un gobierno obediente y leal a Bruselas».
Las élites europeas, alertó, buscan aprovechar el aniversario de la tragedia que se produjo 1 de noviembre del año pasado en la ciudad de Novi Sad para desestabilizar Serbia.
El 1 de noviembre de 2024, el derrumbe en una estación de trenes de Novi Sad que se cobró 16 vidas, desató fuertes protestas de estudiantes y varios sectores de la oposición que continúan hasta la fecha.
Según el SVR, el plan europeo hace hincapié en el «lavado de cerebro» de la juventud serbia y la propaganda del llamado «futuro europeo luminoso» a través de los medios bajo su control.
De acuerdo con los datos de la inteligencia rusa, los portales serbios de noticias FoNet, RAM Network, Vreme, Juzne Vesti, Slobodna rec, Boom93, Podrinske, Freemedia, Indjija, SOinfo, FAR, Storyteller, así como la Ong Link, reciben financiación a través de oenegés afiliadas a la UE.
Bruselas, sostuvo, espera que la inyección financiera a los medios y las oenegés ayude a sacar a la gente a las calles y derrocar al actual Gobierno.
«Sin embargo, las falsas promesas de los funcionarios europeos de la pronta entrada en el jardín europeo floreciente son solo un cebo. El precio de esta perspectiva cada vez más alejada es la memoria de los antepasados de los serbios y sus conquistas. A la Unión Europea no le interesa el pueblo serbio orgulloso y unido», señaló la nota del SVR.
Hasta el momento, puntualizó, Bruselas no consiguió sus objetivos en Serbia, pues el guión de la revolución de colores, probado con éxito por Occidente en muchos países, falla en Serbia. La euroburocracia no ha logrado su objetivo final», remarcó.
El SVR atribuyó el fracaso del plan injerencista de la UE al fuerte sentimiento patriótico de la sociedad serbia, al papel unificador de la Iglesia Ortodoxa Serbia, así como a la memoria vida de la agresión y los bombardeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte que llevaron a la desintegración del país.
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