Afirmó que su Gobierno agradece la información proporcionada por Moscú, la cual advierte sobre planes de naciones europeas para desestabilizar la nación balcánica.
Vucic declaró a medios serbios, que las autoridades preservarán la seguridad nacional y expresó su convicción sobre los intereses foráneos en repetir escenarios de revoluciones de colores.
Destacó el seguimiento meticuloso que realiza Belgrado a cada comunicado de la SVR y mencionó además el análisis de las críticas rusas por eventuales ventas de armas a Ucrania.
Analistas consideran que esta colaboración refuerza el eje estratégico entre ambos países frente a presiones de Occidente.
La inteligencia rusa divulgó que la Unión Europea orquesta esos planes desestabilizadores.
Señaló a la comunidad como responsable de actividades subversivas tras las protestas actuales.
Las protestas de estudiantes y partidarios de la oposición estallaron tras la muerte de 16 personas por un derrumbe en una estación de trenes en la ciudad de Novi Sad el 1 de noviembre de 2024.
Desde mediados de agosto, los manifestantes cambiaron de estrategia y protagonizan choques con la policía en horas nocturnas y bloquean calles.
Las autoridades serbias sostienen que las protestas tienen como objetivo derrocar al Gobierno y al presidente y que detrás de las mismas están organizaciones y medios financiados desde el extranjero.
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