Un comunicado de la Municipalidad de Lima expresó “su más firme rechazo” ante supuestas maniobras políticas que impidieron el saludo protocolar al Papa que intentó el alcalde en una visita con tal fin al Vaticano.

El precandidato presidencial de derecha extrema culpó al Gobierno y la Cancillería de lo sucedido y alegó que habrían intentado propiciar un desaire del pontífice al visitante.

Sin embargo, fuentes eclesiásticas aclararon que López Aliaga gestionó, eventualmente a través de la Embajada de Perú, una audiencia privada con el Papa, lo cual no le fue concedido por no haber espacio en la agenda.

Según el informe, solo logró obtener entradas para la audiencia pública papal de los miércoles, con el fin de tener aunque sea un encuentro fugaz con el papa, que suele saludar a los asistentes de la primera fila, pero López Aliaga y la comitiva que lo acompañaba no estaba en esa posición, sino más atrás.

El objetivo, comentó un religioso que prefirió el anonimato, era obtener de cualquier manera una foto con León XIV para su campaña electoral pero, al no lograrlo, el alcalde limeño no asistió a la audiencia pública de hoy y viajó a Estados Unidos.

Las insinuaciones de una maniobra política fueron descartadas por las fuentes consultadas que consideraron posible que el Papa simplemente decidió no recibir al político vinculado a la secta Sodalicio de Vida Cristiana, disuelta por abusos psicológicos y sexuales a jóvenes integrantes.

Al respecto, el periodista Pedro Salinas, coautor de un libro que expuso los abusos del Sodalicio, comentó que “La gran ventaja de León XIV es que no hay que explicarle lo que ocurre en Perú”, pues ha vivido la mayor parte de su vida sacerdotal en Perú.

Pero, además, el Papa recibió pedidos de que no reciba a López Aliaga, de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos y de la Asociación Nacional de Periodistas, por las actitudes hostiles del alcalde contra defensores de esos derechos y contra la prensa,.

López Aliaga suele insultar a los periodistas con los que no comulga y hace unos días dijo que hay que “cargarse” -lo que en lenguaje lumpen y delincuencial significa asesinar- a uno de ellos.

Hicieron el mismo pedido comunidades campesinas del distrito norteño de Catacaos (la primera misión del Papa estadounidense-peruano) despojadas de sus tierras por el Sodalicio, que las convirtió en nueve cementerios privados, negocios que figuran, afirman, entre los que maneja una empresa del alcalde.

Además, la Red de Sobrevivientes de los abusos de la secta solicitó al Papa que no reciba al político por su complicidad con la secta.

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