La afición en el Monumental presenció esta noche a un equipo local que durante el primer tiempo le faltó potencia, iniciativa, con falta de creatividad, virtudes que caracterizaron, por el contrario, a un “Verdao” que arrancó más seguro y dominante.
Quizás el temprano gol a los cinco minutos de iniciado el enfrentamiento de Gustavo Gómez enfrió a los pupilos del DT Marcelo Gallardo que no pudo evitar mostrar su decepción al frente del banco local.
Gómez se desmarcó en un tiro de “corner” desde el ala derecha y cabeceó libre para el primer tanto de los visitantes, y a partir de ese momento River se vio desconcertado durante el resto del juego.
A los 40 minutos de ese primer nefasto período para River, tras recibir el balón el “Flaco” López y un certero pase a Vitor Roque que estaba desmarcado, avanzó hacia la portería y con un toque de maestro burló al portero el segundo de Palmeiras.
El DT Gallardo no ocultó su cara de decepción desde el banco de suplentes, parado con las manos en los bolsillos, mientras desde los cuatro costados del enorme graderío del Monumental se escuchaba: «Movete, River, movete». Y el equipo los complació.

El “León” salió más impetuoso a su verde pradera del barrio porteño de Núñez en el segundo tiempo, dominó mejor el balón ante un “Verdao” que se dedicó más a defender, y en las postrimerías luego de varios intentos sobre el arco del visitante, Martínez Quarta de afuera del área soltó un cañonazo y con la ayuda de un desvío descontó 2-1 sobre el final.
Con ese marcador terminó el choque que se animó en la segunda tanda; el “Millonario” se vio muy superior, reconquistó la confianza de su fanaticada, pero ahora tendrá un gran desafío en el partido de vuelta frente a un Palmeiras que se escudará con su afición en su estadio de Sao Paulo la próxima semana.
rc/mh





