El sistema, operativo desde marzo, puede verificar hasta mil automóviles por hora, equivalente al trabajo de siete inspectores humanos, que solo revisan 50 de forma manual.
Múltiples cámaras en el techo del automóvil escanean las matrículas y las contrastan con una base de datos de permisos de parqueo en tiempo real.
Analistas destacan que la tecnología realiza dos pasadas para distinguir entre parada y estacionamiento, aunque no sustituye completamente al factor humano.
Pruebas piloto en la universidad de Hohenheim near Stuttgart demostraron eficacia: cuarenta infracciones detectadas en mil doscientas treinta y siete plazas en setenta y cinco minutos.
La privacidad de los datos está garantizada, ya que la información se elimina una vez pagada la multa, aseguran las autoridades.
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