La cartera ordenó adquirir pronto bienes estratégicos en salud y servicios conexos y también indicó evaluar la situación institucional a fin de determinar la pertinencia de efectuar la declaratoria de emergencia para la compra de medicamentos.
La semana pasada, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, anunció que declararía emergencia para obtener fármacos e insumos para la salud, sin embargo, con el documento ministerial queda claro que aún esa no es una decisión concreta.
En entrevista con un medio local, el gobernante dijo que dicha declaratoria permitirá al Gobierno invertir entre 150 y 200 millones de dólares en la adquisición de medicamentos.
Si bien el mandatario reconoció que el sector de la salud pasa por un momento crítico, alegó que eso se debe a la corrupción existente en los hospitales.
Señaló que esa situación ha llevado a desvincular entre un 30 y un 40 por ciento del personal de los centros de salud, “porque están involucrados en la troncha desde el camillero, el enfermero, el guardia, el subdirector y el doctor que tiene una clínica en frente”.
El presidente mencionó que mandos medios de unidades de salud estarían involucrados con grupos de delincuencia organizada y apuntó que en varios lugares encontraron almacenes llenos de medicinas.
Ecuador enfrenta una crisis en el sistema de salud pública en medio de un recorte presupuestario, que de acuerdo con legisladores de oposición, pasó de tres mil 219 millones de dólares a dos mil 798 millones.
Pacientes renales, por ejemplo, denuncian abandono por la inminente suspensión de los tratamientos de diálisis debido a la falta de pago a las clínicas que ofrecen ese servicio.
El miércoles falleció en la provincia andina de Tungurahua un paciente que participaba en un plantón frente al Hospital General Docente de Ambato para exigir insumos esenciales para continuar su tratamiento de hemodiálisis y diálisis peritoneal.
El nuevo anuncio de agilizar las compras de medicamentos se da en medio de tensiones en el país, tras la convocatoria del movimiento indígena y otras organizaciones sociales a un paro nacional en rechazo a la eliminación del subsidio al diésel.
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