Somos un país fundador de esta institución que no debe ser una reliquia del pasado sino una brújula para el futuro, agregó el mandatario.
En sus palabras ante el plenario Vucic dijo que “es momento de reflexión y franqueza”, a la vez que convocó a convertir a la Organización de Naciones Unidas (ONU) en una mesa redonda donde cada país tenga voz y sea escuchado.
Los países del sur somos tratados como peones aquí y debemos trabajar por cambiar esa realidad. El diálogo es más fuerte que la división, pero vamos a defender nuestra autonomía igual que defendemos la unidad, afirmó.
La carta de las Naciones Unidas es un puente para mantenernos unidos y lograr la paz y la seguridad mundial, dijo Vucic, quien también mencionó las campañas de desinformación de Occidente que pretenden tergiversar la realidad de su país.
La proliferación de la desinformación a alimentado la desconfianza en un mundo dominado hoy por la tecnología, acotó.
Por otra parte el mandatario se refirió a la difícil situación que viven los ciudadanos serbios en la autoproclamada república de Kosovo, desconocida por Belgrado, donde son discriminados y privados de sus derechos básicos; viven aislados y escasean los alimentos e insumos.
Hizo un llamado a la comunidad internacional a adoptar medidas en aras de detener esa situación, a fin de garantizar los derechos de todas las personas en ese territorio.
Kosovo es una parte inseparable de Serbia y no vamos a renunciar a ello. Seguimos creyendo en el diálogo con el auspicio de la UE, afirmó.
Cooperación, dialogo y respeto mutuo deben ser una máxima para nuestras naciones, en aras de lograr la paz y la estabilidad del orbe, ratificó Vucic durante el 80 período de sesiones de la ONU.
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