A cinco años del plazo fijado para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el progreso es alarmantemente lento, expresó durante su intervención en el foro la viceministra de Relaciones Exteriores de Cuba, Anayansi Rodríguez.
La diplomática dijo que esta reunión se realiza “bajo la sombra de múltiples crisis interconectadas”, las que, “lejos de ser fenómenos aislados, son síntomas de un sistema económico global que ha priorizado el crecimiento a corto plazo sobre el bienestar humano y la salud del planeta”, subrayó.
Frente a esta realidad, la necesidad de construir una economía verdaderamente sostenible, inclusiva y resiliente no es una opción idealista; es un imperativo de supervivencia y dignidad, añadió la vicecanciller.
Recordó que la asfixiante carga de la deuda obliga a los países en desarrollo a desviar recursos esenciales para su progreso económico y social.
“Las medidas coercitivas unilaterales, como el bloqueo impuesto por los Estados Unidos a Cuba, castigan a poblaciones enteras, obstaculizando el acceso a alimentos y medicinas, y violando el principio fundamental de no dejar a nadie atrás”, argumentó Rodríguez, al señalar que la crisis climática se agrava y amenaza, como nunca antes, la propia vida en el planeta.
Advirtió que para lograr una economía mundial sostenible, inclusiva y resiliente “debemos cumplir con lo pactado en la Agenda 2030, hoy lamentablemente bajo ataque y en claro camino a incumplirse”, por eso recalcó que son necesarios «recursos financieros sustanciales y sin condicionamientos políticos para los países en desarrollo”.
Recursos -añadió- para el acceso equitativo a tecnologías, la reforma profunda de la arquitectura financiera internacional, una solución justa a la crisis de la deuda, así como una pronta implementación del Compromiso de Sevilla.
Frente a esta realidad, la pregunta no es si debemos cambiar, sino si tenemos la voluntad política para hacerlo a la velocidad y escala que la urgencia exige, agregó la viceministra.

En ese sentido, exhortó a “transitar, decididamente, hacia una Economía Mundial Sostenible, Inclusiva y Resiliente”, lo cual -enfatizó- “no es un concepto abstracto; es el único camino viable para salvaguardar nuestro futuro común y cumplir la promesa de la Agenda 2030”.
La vicecanciller Rodríguez reafirmó la disposición permanente y activa de Cuba “en la construcción de este nuevo orden, comprometida con la cooperación Sur-Sur y la integración regional, como pilares de un multilateralismo genuino”.
“En el 80 aniversario de la ONU, reafirmamos que un mundo mejor es posible, urgente e impostergable”, concluyó.
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