La conferencia tiene entre sus objetivos instar a los estados con armas nucleares a reanudar el diálogo para generar transparencia y confianza mutua; alentar una moratoria voluntaria sobre los ensayos nucleares y exigir compromisos vinculantes de desarme y mecanismos de rendición de cuentas.
También pretende abogar por promesas de no primer uso por parte de estados nucleares y presionar a las mayores potencias nucleares -Estados Unidos y Rusia- para que den el ejemplo y reanuden el cumplimiento de los tratados de desarme.
Más de 12 mil ojivas nucleares existen en la actualidad y su potencial destructivo amenaza ciudades enteras, millones de vidas, el medio ambiente y generaciones futuras, dijo la ONU.
Se calcula que más del 50 por ciento de la población mundial vive en países que poseen armas nucleares o forman parte de alianzas nucleares.
En 2019, Estados Unidos se retiró del Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio, y en 2023 Rusia retiró su ratificación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares. Estos desarrollos han generado creciente frustración por el lento ritmo del desarme.
Durante su discurso de apertura, el martes, del Segmento de Alto Nivel del 80 periodo de sesiones, el secretario general de la ONU, António Guterres, dijo que hay en el mundo demasiadas crisis sin control y alertó sobre el riesgo de proliferación nuclear.
Sus palabras, que no sonaron optimistas ante el plenario de la Asamblea General, advirtieron que se observa un agravamiento de las crisis en un número creciente de países.
«Demasiadas crisis continúan sin control. La impunidad prevalece. La anarquía es contagiosa. Invita al caos, acelera el terrorismo y corre el riesgo de una guerra nuclear sin cuartel», señaló el máximo representante del organismo multilateral ante delegaciones de 193 países.
Guterres subrayó que los pilares de la paz se están hundiendo bajo el peso de la impunidad, la desigualdad y la indiferencia.
“Por cada dólar invertido en apoyar nuestra labor fundamental de construir la paz, el mundo gasta 750 dólares en armas de guerra.
Esto no sólo es insostenible, sino indefendible”, subrayó.
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