De acuerdo con el comunicado difundido por el tribunal de paz, el hallazgo se produjo ayer, como parte de la medida cautelar adoptada por la Sección de Ausencia de Reconocimiento de Verdad, que protege puntos donde se presume la existencia de cadáveres de habitantes de la Comuna 13 y del corregimiento de San Cristóbal reportados como desaparecidos.
Los restos óseos fueron ubicados a pocos metros del lugar donde fueron encontradas las seis primeras víctimas en diciembre de 2024, enero y julio de 2025.
Con este hallazgo, ya son siete las víctimas recuperadas en La Escombrera, lo que confirma su condición de fosa común, tal como lo denunciaron las familias buscadoras durante más de dos décadas, apuntó la JEP.
Este resultado, indicó el órgano de justicia transicional, no solo valida los reclamos históricos de la comunidad, sino que también aporta evidencia clave para la investigación judicial y constituye un paso esencial en el esclarecimiento de la verdad.
Del total de víctimas de desaparición forzadas recuperadas hasta ahora en La Escombrera, cuatro fueron ya plenamente identificadas y entregadas a sus familias para que pudieran darles sepultura, mientras que otras dos están en proceso de análisis de laboratorio en el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses para su identificación.
La JEP detalló que, entre julio de 2024 y septiembre de 2025, se removieron más de 56 mil metros cúbicos de tierra en La Escombrera, enclave al que la entidad calificó como escenario de alto interés forense de gran complejidad.
Se presume que muchos de los desaparecidos están allí como consecuencia de la Operación Orión, que fue una intervención militar llevada a cabo en 2002 en la Comuna 13 de Medellín por parte del Gobierno de aquel entonces.
El tribunal de paz también remarcó además que este fue un territorio en disputa por el control de diversos grupos armados y que tuvieron lugar ahí alrededor de 34 operaciones castrenses.
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