En tono de mofa, se refirió tácitamente a ese movimiento al decir, en un acto público, que “hay algunos líderes por ahí que dicen justicia social y hay que salir a las calles a reclamar y a protestar”.

“No voy a renunciar porque algunas voces están acostumbradas a vivir en la anarquía, en el desorden, en la violencia y en esa cultura de odio que no todos los peruanos abrazamos”, afirmó, a tiempo de sostener que va a afianzar la democracia.

Sostuvo que la plataforma de lucha de las protestas plantea el cierre del Congreso, la renuncia de la presidenta y “no sé qué cosas más”. En su opinión es «una plataforma política que ella no puede resolver”.

Boluarte criticó además a los “pequeños líderes que creen que generando disturbios van a cambiar la historia del Perú”, en obvia alusión a la Generación Z, la cual anunció que continuará las protestas pese a la fuerte represión policial registrada en la quinta de las movilizaciones realizada ayer por el movimiento juvenil.

El discurso coincidió con la divagación de una encuesta de la empresa Ipsos, en la que su impopularidad sigue creciendo, pues la desaprobación a su gestión aumentó de 93 a 96 por ciento.

Los análisis sobre su constante declive en los sondeos consideran que el Ejecutivo y la mandataria, que niega rotundamente la validez de las encuestas, son responsables de que se haya convertido en la más impopular de los gobernantes peruanos desde que en el país se hacen encuestas.

Según el sondeo, los colaboradores más cercanos de Boluarte, el primer ministro Eduardo Arana y el titular de Justicia Juan josé Santiváñez deben renunciar por los audios, cuya autenticidad niegan, en el que hablan de mejorar las condiciones carcelarias de un policía convertido en peligroso delincuente.

Ipsos precisó que el 92 por ciento de las opiniones recogidas coinciden en que ambos ministros deben dimitir, mientras el presidente del Congreso, José Jerí, que mantiene una política de colaboración con el Ejecutivo, tiene una desaprobación del 79 por ciento.

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