En una alocución pronunciada durante un Consejo de Ministros, el mandatario estimó que el gobierno estadounidense no detiene al político de Israel, sobre el que pesan órdenes de captura internacional, porque desobedece los dictámenes como los establecidos en el Estatuto de Roma.

“Si el señor Trump sigue siendo cómplice de un genocidio como hasta el día de hoy no merece más sino la cárcel y su ejército no lo debe obedecer”, expresó el gobernante.

En este punto, aseguró que si la orden de un superior es cometer desmanes contra la ciudadanía, las fuerzas castrenses tienen que insubordinarse.

Consideró entonces que los uniformados de su país debieron desobedecer cuando se ofrecieron ascensos a cambio de muertos, en referencia a las ejecuciones extrajudiciales que ocurrieron en el país años atrás, conocidas aquí como falsos positivos.

Petro calificó esos sucesos como el asesinato sistemático de civiles, “lo cual es un crimen de guerra en Colombia, en Estados Unidos y en cualquier parte del mundo”.

Sentenció que no tiene por qué callarse solo porque el criminal de guerra es poderoso.

“En Gaza hay un crimen contra la humanidad y debe haber un tribunal de Nuremberg, que ahora se llama Corte Penal Internacional, para quienes cometen ese crimen”, remarcó.

Manifestó a continuación que existen normas que protegen a las Naciones Unidas y lo que se hable dentro de esa institución.

A juicio del presidente, “la política no debe plegarse al interés económico porque eso es plegarla a la codicia y una política plegada a la codicia no hace sino matar permanentemente y la historia de Colombia así lo ha demostrado”.

Las tensiones entre Bogotá y Washington crecieron en los últimos días debido a la revocación del visado de Petro por Estados Unidos en respuesta a la participación del gobernante en un acto en las calles de Nueva York, donde pidió la conformación de una fuerza armada para liberar a Palestina.

El mandatario, que acudió al segmento de alto nivel de la Asamblea General de Naciones Unidas, estimó que el retiro de su permiso para permanecer en territorio estadounidense constituyó un acto contra Naciones Unidas y contra la lucha por la vida de la humanidad.

Hasta el momento, la canciller Rosa Yolanda Villavicencio; el ministro de Hacienda, Gérman Ávila; el secretario jurídico de la Presidencia, Augusto Ocampo; y la superintendente de Comercio, Cielo Rusinque, renunciaron a sus visados en solidaridad con el jefe de Estado.

En tanto, le fueron revocados los suyos al ministro de Energía y Minas, Edwin Palma, y a la directora del Departamento Administrativo de la Presidencia, Angie Rodríguez, quienes acompañaron a Petro a Naciones Unidas.

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