Desde hace varios días el país se encontraba en alerta verde ante las continuas precipitaciones y tormentas que aumentaron la saturación de los suelos y el desborde de algunos ríos.
En El Salvador, el sistema de alarma se basa en cuatro colores que indican el nivel de riesgo de un fenómeno natural o provocado, siendo verde (amenaza), amarilla (preparación), naranja (alarma/crisis) y roja (desastre), la situación de mayor peligro y que requiere atención inmediata.
El alza responde incremento de lluvias provocado por la interacción de la Zona de Convergencia Intertropical, una baja presión y una onda tropical, informó la institución, a través de redes sociales.
Durante una comparecencia hoy en el programa de entrevista Frente a Frente de la Telecorporación Salvadoreña, el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), Fernando López, aseveró que el país ya recibió un 92 por ciento de la lluvia que se registrará en 2025. López señaló que se acumulan dos mil milímetros de lluvia en promedio nacional en 2025.
El alza del nivel de alerta responde además a estimados de que el territorio aún registrará lluvias durante las próximas semanas, con tormentas intensas por la tarde y noche.
El titular apuntó que las precipitaciones en las próximas semanas pueden traer consigo ráfagas de viento y actividad eléctrica. Las autoridades ambientales advirtieron que el país está en transición hacia el fenómeno de La Niña, lo que significa que en el hemisferio norte se tendrá más lluvia y en el sur sequías.
Informes precisan que existe una alta probabilidad de inundaciones urbanas, crecidas súbitas y desbordamientos de ríos en varias regiones hidrográficas, entre ellas el Bajo Lempa, Bahía de Jiquilisco y el Estero de Jaltepeque.
Las autoridades alertaron de riesgos en los ríos Goascorán, Grande de Sonsonate, Grande de San Miguel, Lempa Alta, Lempa Media, Paz y Jiboa.
En su informe Protección Civil alertó sobre una probabilidad alta de deslizamientos en la franja montañosa del norte, cordilleras costeras y la cadena volcánica desde la zona central hasta el occidente, lo que podría afectar infraestructura, medios de vida y la movilidad de la población.
Asimismo, Protección Civil ordenó la activación del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional, así como de las comisiones departamentales y municipales, que deberán monitorear el territorio cada seis horas, realizar evaluaciones de daños y necesidades, y presentar reportes periódicos.
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