Un comunicado del bloque de integración latinoamericano y caribeño denunció que esta acción “constituye una afrenta” a la dignidad de un pueblo que, inspirado en el legado de Augusto César Sandino, ejerce su derecho legítimo a vivir en paz y a construir un proyecto propio de justicia social, sin injerencias externas.
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) ratificó su “solidaridad irrestricta con el heroico pueblo de Nicaragua”, sus copresidentes, el comandante Daniel Ortega y la compañera Rosario Murillo, así como con todos los altos funcionarios injustamente atacados.
El ALBA-TCP afirmó que estas sanciones, expresión anacrónica de colonialismo y supremacismo, “se suman al despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe y forman parte de una agenda intervencionista que busca criminalizar y aislar a los gobiernos soberanos de Nuestra América”.
Ante esta nueva agresión, la Alianza reafirmó que “Nicaragua no está sola” y exigió a la Unión Europea a levantar dichas medidas injerencistas, que causan graves daños al bienestar del pueblo nicaragüense.
Unidos en hermandad, los pueblos y gobiernos del mecanismo “continuaremos defendiendo la autodeterminación, la paz y la integración latinoamericana y caribeña”, convencidos de que ningún poder imperial podrá doblegar el espíritu que nos une en la lucha por la verdadera independencia, afirmó.
ro/jcd





