La iniciativa, adoptada en el sexagésimo segundo Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que sesiona desde el lunes, busca acelerar la implementación de medidas para reducir la carga de las ENT.

Pretende asimismo mejorar la calidad de vida de millones de personas afectadas por enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes y enfermedades respiratorias crónicas, mediante el fortalecimiento de la capacidad de los sistemas de atención primaria de salud.

El plan propone tres líneas estratégicas: reducir los factores de riesgo de las ENT y ampliar las intervenciones de promoción de la salud, integrar el manejo de las enfermedades no transmisibles en la atención primaria de salud, y fortalecer la vigilancia de las ENT y de sus factores de riesgo.

Esas líneas de acción apuntan a revertir una tendencia preocupante: las enfermedades no transmisibles son responsables de aproximadamente seis millones de fallecimientos al año en la región y casi 40 por ciento de ellas ocurren en forma prematura, antes de los 70 años.

Datos de la OPS muestran que las ENT afectan a unos 240 millones de personas en las Américas.

Si bien en la última década se han logrado avances en la reducción de fumadores, el tabaquismo, el consumo nocivo de alcohol, la mala alimentación, la inactividad física y la obesidad siguen siendo desafíos persistentes, alertan los expertos.

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