Día del Periodista peruano, una jornada crispada de puños en alto

Lima, 1 oct (Prensa Latina) “Nada que celebrar” es el lema con el que se conmemoró hoy el Día del Periodista peruano, en un contexto de presiones que, según afirman las organizaciones de prensa, en las últimas semanas se convirtieron en agresiones.

La fecha rememora la aparición del Diario de Lima, primer periódico de América que comenzó a circular en 1700 con ediciones continuas y noticias propiamente dichas, en una ciudad, un país y un mundo muy diferentes a lo actual.

Lejos de ser una ciudad pueblerina y apacible de entonces, Lima es hoy una urbe de 12 millones de habitantes sumidos en el temor, la tensión y la inseguridad por la criminalidad organizada y dedicada a la extorsión masiva y los asesinatos cotidianos de quienes se niegan a pagar cupos para mantenerse vivos.

Aunque la presente jornada está llena de saludos y agasajos a las mujeres y hombres de prensa, para la Asociación Nacional de Periodistas (ANP), no es un día de júbilo y de celebración, sino de potesta.

Sus integrantes -los que no trabajaron, porque la noticia no se detiene- protestaron sobre todo contra la inseguridad y lo que consideran normas y proyectos que afectan la libertad de informar.

“¡Hoy no tenemos nada que celebrar! ¡Todo está por reivindicar”, titula la convocatoria de la ANP a una jornada de protestas consistente en plantones en plazas públicas, en Lima y numerosas provincias.

El llamado advierte que “El ejercicio del periodismo se encuentra en uno de los momentos más críticos de nuestra historia reciente”.

Por su parte, el Sindicato Unitario de Trabajadores del Periodismo y la Comunicacion Social (Sutpecos) saludó la fecha y llamó “a persistir en la defensa de la verdad, la libertad de expresión y de prensa alternativa y popular”.

Convocó al mismo tiempo a la defensa de la democracia, por una nueva gobernabilidad y un nuevo contrato constituyente.

La ANP añadió que “El ejercicio del periodismo en Perú se encuentra en uno de los momentos más críticos de nuestra historia republicana reciente. Ya no se trata únicamente de la violencia que enfrenta; estamos en un escenario hostil donde la verdad, columna vertebral de nuestra labor, es objeto de permanente ataque”.

“El periodismo es una actividad precarizada, acosada y agredida”, anota y precisa que ha registrado más de 200 ataques a periodistas en lo que va del año. Añade que “La violencia no hace distingos, golpea a reporteros en todas las regiones” y en los últimos días con golpizas a periodistas, destrucción y secuestro de equipos y otras agresiones durante las protestas de un novedosos movimiento juvenil.

Entre las razones de su protesta, menciona que este año, fueron asesinados los periodistas: Gastón Medina, en la sureña ciudad de Ica, y Raúl Celis, en la urbe amazónica de Iquitos, crímenes que, afirma, evidencian que el Estado no es capaz de proteger a quienes informan sin mordazas, sin condiciones y sin temor.

La ANP denunció además que es permanente la criminalización de la actividad informativa, mediante el acoso judicial y son frecuentes los intentos de aprobar normas para silenciar voces incómodas.

mem/mrs

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