En un comunicado de la organización se señala que la medida, lejos de promover la unidad y cooperación hemisférica que tanto necesita nuestra región, constituye un acto de discriminación política que vulnera los principios de soberanía e igualdad entre los Estados.

Para ese colectivo, resulta inaceptable que en pleno siglo XXI se pretenda imponer una visión excluyente de las Américas, negando el derecho de pueblos enteros a ser representados en estos espacios de diálogo.

De acuerdo con el mensaje, la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela representa un grave retroceso en los esfuerzos de integración regional y contradice el espíritu de respeto a la autodeterminación de los pueblos.

Además subraya que la decisión, impulsada por intereses hegemónicos externos, evidencia la subordinación de los procesos multilaterales a agendas políticas particulares que nada tienen que ver con los verdaderos desafíos que enfrenta nuestra región.

También indica que de esta manera, se pretende ignorar deliberadamente los significativos avances sociales, educativos y de salud alcanzados por estos países, así como su activa participación en iniciativas de cooperación sur-sur.

En ese sentido, la Amcrp exigió el inmediato cese de las prácticas excluyentes en los foros multilaterales de las Américas y el debido respeto al derecho de todos los países de la región a participar en igualdad de condiciones.

Además instó a que prevalezca el diálogo y la diplomacia sobre la imposición y la coerción.

La víspera, el Ministerio de Relaciones Exteriores de la isla expresó profunda preocupación y rechazo a la decisión impuesta por el gobierno de Estados Unidos a la República Dominicana de excluir a tres países, entre ellos Cuba, de la X Cumbre de las Américas, que se celebrará el 4 y 5 de diciembre, en Punta Cana.

Esa decisión constituye una evidente claudicación ante las brutales presiones unilaterales del Secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, según una nota oficial.

Con la exclusión de varios países, se consolidaría la involución histórica en este sistema de cumbres y haría imposible un intercambio respetuoso y productivo de la América Latina y el Caribe con la potencia imperialista que vuelve a usar la “política de cañoneras” y la Doctrina Monroe contra nuestra región, añade el texto.

De persistir esta decisión, subraya la Declaración, prevalecerá la subordinación y el sometimiento al vecino voraz y expansionista, que amenaza la paz, seguridad y estabilidad regionales en abierto desafío a la Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de Paz y comunidad de Estados independientes y soberanos en ejercicio de la libre determinación, en unidad basada en la diversidad.

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