De su lado, los embajadores de seis países: Alemania, Francia, Gran Bretaña, Japón, Corea del Sur, Suiza y el de la Unión Europea pidieron al gobierno y los manifestantes iniciar un diálogo constructivo.
A principio de esta semana, en un aparente esfuerzo por calmar los ánimos, el presidente malgache, Andry Rajoelina, disolvió el gabinete, pero las protestas callejeras prosiguieron y hasta el presente han dejado una estela de 22 muertos entre los protestantes.
Los disturbios encabezados por jóvenes fueron detonados, por lo que los manifestantes califican de mal gobierno y los graves problemas que afrontan los servicios públicos.
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